Hoy la modernidad, la tecnología
y el mercado ha creado una fauna diversa en la escena del arte. Especies que
nacieron, evolucionaron y se adaptaron para sobrevivir en el arte
contemporáneo. Conócelas!
El artista
El artista moderno es un
loco-soñador, que vino a este mundo dotado de una habilidad para embellecer lo
que toca. Amigo de las musas, busca la inspiración y su intensión es modificar
su contexto para mejorarlo, claro, desde su visión particular.
Una especie obrera, que es feliz
creando sus obras pero que por sí mismo no llega muy lejos, requiere la
compañía de especies más fuertes que lo encaminen al éxito, como los galeristas
y curadores. Aunque tiene que ser muy hábil para no ser devorado por una selva
fugaz y atroz.
Habilidades: generar arte.
Se alimenta: la inspiración es su
platillo preferido.
Objetivo: cambiar la realidad.
El galerista
Esta especie es una evolución de
aquel mecenas que ayudó a los artistas de siglos pasados a encaminar el arte
hacia la luz pública. El factor que generó la evolución de esta especie fue el
modelo de negocio que existe en las ventas.
Su función es representar a los
artistas, generar estrategias de negocio que ayuden a posicionar la obra del
artista en la escena del arte, lo mismo que colocar el nombre del artista en la
mayor cantidad de colecciones. Gusta de la buena vida, las relaciones públicas
y el prestigio. Algunos son generosos que patrocinan libros y catálogos a sus
artistas. Toda una especie que es importante conocer.
Habilidades: visión empresarial
aguda.
Se alimenta: de las buenas
críticas y el prestigio.
Objetivo: el crecimiento del
negocio.
Los curadores
No te confundas, curadores no
curanderos, una especie políglota cuya función es interpretar y traducir el
mundo raro del artistas, difuminar los intereses del galerista, moderar las
demandas del coleccionista y traducir a palabras mundanas y básicas para
nosotros los espectadores.
Una especie que no tuvo
precedentes y que su importancia desarrollada es tal que es invitado a todas
las ferias de arte existentes. Gracias a sus conocimientos teóricos logran
generar textos, a veces más interesantes, que la obra con la que están
trabajando. Fácil, los curadores aterrizan ese mundo etéreo de los artistas.
Habilidades: traducir, interpretar,
expresar.
Se alimenta: del conocimiento.
Objetivo: aterrizar los deseos de
otras especies.
Los coleccionistas
De las especies más antiguas pero
ahora en una evolución más general. Antes se trataba de esos personajes
excéntricos que buscaban una inversión que con el paso del tiempo incrementara
su valor. Hoy los coleccionistas dejaron ese carácter y se convirtieron en
personas admiradoras del arte que, aunque con esfuerzos, consiguen una obra y
poco a poco generan una modesta colección.
Aunque les sigue gustando la
buena imagen, han optado por contemplar más y mantener las obras en alguna
parte especial de su casa, claro de acuerdo a sus posibilidades, puede ser un
rinconcito o un estudio dedicado exclusivamente salvaguardar su inversión.
Habilidades: capacidad de ahorro,
Se alimentan: al principio de las
obras más baratas y avanzan a las más exquisitas.
Objetivo: generar una colección.
Los promotores de
arte/divulgadores
Son una especie pequeña pero que
en conjunto logra un impacto importante en el ambiente del arte. La intensión
es simplemente acercar todo lo referente al arte al público interesado, su
ideal es que todos estén interesados en éste. La vida se le va en consumir
información que pueda divulgar y su recompensa que el público haga un vínculo
con el meinstream cultural.
Habilidades: alcances
insospechados.
Se alimentan: de exposiciones,
inauguraciones, información cultural.
Objetivo: despertar interés en el
arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario